martes, 3 de julio de 2012

Llegada de fray José Alberto a Roma


Sea alabado Jesucristo!!
Me imagino que después de estas horas transcurridas desearán tener algunas noticias y primeras impresiones de esta experiencia, (escribo sin acentos porque no los consigo en el teclado… puse los acentos, pero dejo la frase para respetar la originalidad del texto).
El sábado después de despedirme de mis queridos padres, familiares y amigos pasé por inmigración sin ningún problema y luego busqué la puerta de embarque, allí sentado me comuniqué con mis hermanas, papá y mamá... mi corazón estaba un poco confundido entre alegría, tristeza, nostalgia, pero vinieron a mi mente aquellas palabras del Beato Juan XIII que fray Pedro nos decía en el noviciado "LA VOLUNTAD DE DIOS ES NUESTRA PAZ" y volví a estar tranquilo... tal vez no debería sentir gran euforia ni tristeza, sino solamente PAZ, Jesús me la regaló esa noche y ese sentimiento me ha acompañado sin abandonarme.
El vuelo tardó un poco en salir de Venezuela porque el embarque fue lento, fui ubicado entre los primeros puestos al centro del avión. Durante el viaje disfrute de dos películas (mis primeros 3 euros los gasté comprando auriculares), una cena, un desayuno y un rato de sueño. Al llegar a Madrid avisaron que solo teníamos media hora para realizar el cambio de vuelo así que apenas dieron la señal tomé mi maleta de mano y caminé rápidamente siguiendo las indicaciones y algunas personas que había visto en el vuelo. Me registré y camine y camine... me registraron de nuevo junto con el equipaje de mano y tuvimos que esperar una bus que nos llevó hasta el otro terminal y al llegar caminar de nuevo para alcanzar la puerta de embarque. La escala es difícil pero no imposible, hay que estar atento y preguntar, hay gente que se la pasa viajando.
Llegué a la puerta de embarque con una hora de anticipación y sin embargo el vuelo se retrasó media hora, allí me tomé un agua mineral y caminé un poco, para embarcar de nuevo otro bus hasta el avión y salir de Madrid. El vuelo duró como dos horas y allí sí quedé junto a la ventana de forma que me mantuve despierto y pude apreciar bellas cosas. Apenas llegar esperé con calma para bajarme y caminar tras rostros conocidos para conseguir la correa del equipaje, busqué el vuelo en una inmensa pizarra electrónica y AFORTUNADAMENTE me conseguí con una pareja de peruanos con los que me acompañé y ayudamos a buscar las maletas.
Al tener todo en mano nos dispusimos a buscar la salida, un poco de caminata hasta ver a través de la puerta abierta a mis dos hermanos fray Jesús y fray Carlos que me esperaban en todo el centro teniendo en alto la bandera de Venezuela y saludando con grandes sonrisas. Nos estrechamos en un abrazo lleno de emoción y fraternidad y les comuniqué brevemente la experiencia de vuelo, conocí a otro fraile que venía manejando que no recuerdo el nombre así como el de tantos otros.
De allí salimos al colegio, alrededor de veinte minutos para llegar. Es una gran estructura de bonitos espacios que había contemplado repetidamente por fotos.
Me condujeron a una habitación provisional en el tercer piso y luego subimos al cuarto piso donde luego iré a dormir. La temperatura alrededor de los 32 ° pero soportable. Luego un buen baño y llegue al final del rezo de vísperas porque no conseguía algunas cosas en la maleta y estaba embalada...
Al ir a la cena como casi a las 8:00 pm aun el sol resplandecía en el cielo, allí conocí a otros frailes y disfrutamos una rica cena. Al finalizar fray Carlos me llevó a caminar por todos los alrededores y lugares del Colegio para ambientarme un poco. Más tarde fuimos a ver el partido con sus sorprendentes resultados y a su vez fray Jesús me entregó las liturgias en italiano que pertenecieron a fray Javier, además de un libro para que lea ya en la lengua y me acostumbre.
Cuando la noche ya había entrado en Roma me fui a dormir junto a un ventilador que me consiguió fray Carlos y un reloj despertador de fray Jesús, ya cuando estaba en el primer estado de letargo recibí la llamada de fray Matteo para saludar. Luego un buen descanso.
Esta mañana la santa misa con los hermanos, el desayuno y salimos a la ciudad, un poco en tren y otro en bus para disfrutar de la bella ciudad, pasamos por el coliseo, el foro romano, el Gesú y otros atractivos lugares. Fue una gran emoción el llegar a la plaza san Pedro y ver sus dos brazos de columnas abiertos donde me sentí acogido por la santa Iglesia. La cola para entrar era bastante larga pero luego durante el curso nos llevarán a conocer por dentro.
Junto a fray Carlos y otro hermano de la India dimos unas cuantas vueltas para comprar cosas que ellos llevarán a su retorno. A medio día nos encontramos en el colegio para el almuerzo y luego ayudar a unas hermanas que andan de mudanza. Después de una buena y calurosa siesta, un rato de lectura y caminata me vine a escribir mientras que me tomé casi un litro de agua.
Esto ha sido lo que he experimentado estos momentos, todo de lo mejor, me he sentido bien acogido y tengo grandes expectativas con esta experiencia que Dios y la Orden me están brindando.
Un abrazo fraterno a todos. Siempre de ustedes unido a su amor Eucarístico

fray José del Niño Jesús 
(esto está sin revisión, así que disculpen los seguros errores)

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