lunes, 10 de septiembre de 2012

JMJ en Rio (23-28 de julio del 2013)

Sobre la Jornada Mundial de la Juventud
(Rio de Janeiro 23-28 de julio del 2013)
 
Muy queridos hermanos, ¡El Señor les dé la paz!
Por el hecho que se me está preguntando, de parte de unos frailes y sus respectivas comunidades, qué piensa la Custodia acerca de la participación a la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Rio de Janeiro y cómo moverse en vista a esa iniciativa, hace falta aclarar algunos aspectos y dar unas disposiciones. Lo haré basándome sobre la reflexión, hecha en definitorio, acerca de la participación de un grupo de jóvenes de Barinas a la JMJ en Madrid, y las indicaciones recién llegadas de parte de la Falc.
 
Analizando todo lo referente a Madrid, los definidores llegamos a las siguientes conclusiones:
• Ha sido una linda participación, pero de un grupo parroquial, que no representó por cierto a toda nuestra realidad pastoral juvenil conventual venezolana.
• Preparar el exiguo grupo, organizar el viaje y recolectar fondos ha significado un esfuerzo notable para el fraile encargado, sustrayendo tiempo y energías a otros compromisos pastorales de la parroquia. Por supuesto, juzgamos eso no preciso, aunque imprescindible.
• La recaída positiva sobre la realidad juvenil de la misma parroquia no ha sido la esperada, aún menos a nivel custodial. Ha sido la experiencia de unos, bonita por cierto, pero no se ha percibido como expresión del mundo juvenil parroquial o custodial. No se quiere decir que haya sido puro turismo, porque a los que fueron no se le puede reprochar falta de compromiso o responsabilidad durante aquellos días. Sin embargo, la lectura que se evidencia y percibe es de algo más personal y esporádico, que no tiene verdadera preparación colectiva, no es expresión de todo un movimiento, ni tiene repercusiones significativas; se trata más bien de algo casi aislado o desligado de la PJV ordinaria.
• Asumimos que la JMJ no representa, al momento y para el movimiento juvenil de nuestra custodia, una ocasión verdadera de crecimiento humano y cristiano. Tampoco favorece un proceso de desarrollo en este campo pastoral. Por lo tanto, remarcamos la necesidad de asumir la Pastoral Juvenil y Vocacional como prioridad, en sus expresiones y compromisos cotidianos, locales y custodiales, según los medios y estrategias plasmados en el Proyecto Cuatrienal Custodial, y en consonancia con la PJV diocesana.
 
Además, acabo de recibir esta información de parte del Consejo de Presidencia de la Falc: “Encuentro Internacional Juvenil a Rio de Janeiro (23-28 de julio de 2013) - No ha sido posible hacer algo como jóvenes de las comunidades Conventuales y por ende cada cual se organizará individualmente para participar al encuentro”.
 
Con base en estos datos, y queriendo volver indicaciones prácticas el sentir de todo el definitorio, defino que:
1. La Custodia no asume como expresión de su PJV la JMJ de Rio de Janeiro.
2. Si unos jóvenes de nuestras parroquias se animaran a participar, lo harán como representantes parroquiales dentro de la organización de la diócesis, previa la normal y necesaria aprobación del párroco.
3. Las respectivas comunidades favorecerán iniciativas para recolectar fondos y para que la participación se viva como expresión de toda la parroquia, organizando momentos de preparación colectiva al evento y de testimonio al regreso.
4. No hay motivo ni permiso custodial para que los frailes encargados se dejen involucrar en primera persona en todo este proceso. Por lo tanto no se considera oportuna la participación de ellos a la JMJ.
Imagino que lo suscrito pueda engendrar unas perplejidades o dudas sobre la bondad del análisis y de las decisiones. Somos humanos, y por lo tanto sujetos a la equivocación. Sin embargo, les aseguro que todo ha sido examinado con conciencia libre, buscando el bien de todos y de todo el movimiento juvenil de la Custodia.
Los abrazo a todos con espíritu fraterno y les agradezco la entrega generosa a Dios en el servicio a los jóvenes de nuestros lugares, campo pastoral no fácil, a menudo avaro de gratificaciones, “pobreza existencial” que necesita del encuentro con Cristo, dador de vida verdadera y plena.

fray Matteo Ornelli
Custodio provincial

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