miércoles, 3 de octubre de 2012

Omenaje al fraile desconocido (Fiesta de San Francisco 2012)


Los hermanos, dondequiera que se encuentren sirviendo o trabajando en casa de otros, no sean mayordomos ni cancilleres ni estén al frente en las casas en que sirven, ni acepten ningún oficio que engendre escándalo o cause perjuicio a su alma (cf. Mc 8,36), sino sean menores y estén sujetos a todos los que se hallan en la misma casa. (RnB VII)

Queridos hermanos Ministros provinciales, Custodios provinciales y Delegados provinciales de la FALC: ¡Salud y Paz en Cristo a todos ustedes!

El Señor que nos ama y nos ha convocado, nos concede celebrar una nueva fiesta de nuestro seráfico padre san Francisco. Oración, alegría, emoción, benignidad fraterna y nuevos sueños se mezclan en nuestros corazones en este día. Nuestros ideales primigenios, aquellos con los cuales llamamos por primera vez a la puerta del convento, se hacen sentir desde el fondo de nuestra historia. En este día nuestra vocación minorítica se renueva y se refuerza.
Nuestra familia franciscana conventual ha dado inicio en los últimos años, a partir del proceso de revisión de sus Constituciones, a una amplia reflexión sobre la propia identidad: lo que fue, lo que es, lo que está llamada a ser; como también podemos decir: lo que fue y no debió haber sido, lo que es y no debería ser, lo que podría ser y no conviene que sea.
Tiempo de ‘crisis’ (juicio), para reasumir y centrarnos en lo esencial. Tiempo para dejar de lado, para abandonar las cosas innecesarias, superfluas y relativas que no hacen más que sobrecargar el peso de nuestra marcha evangélica. También puede ser el tiempo de abandonar, o por lo menos disminuir, cosas que son de por sí buenas pero que no son parte constitutiva de nuestra identidad y hasta pueden dificultar de vivirla, cosas que fuimos asumiendo reproduciendo modelos de otros, respondiendo a necesidades circunstanciales ya sean nuestras que de la Iglesia o de la sociedad.
¡Tiempo para reflexionar quiénes somos, a qué estamos llamados, qué queremos!
La minoridad es uno de esos elementos esenciales constitutivos de nuestra identidad, vivida, propuesta y defendida de cuerpo y alma, con uñas y dientes, tanto por Francisco como por Clara.
En la última entrevista que concediera en vida el cardenal Martini afirmaba que la Iglesia está demasiado cargada de vejez, de burocracia, de pomposidades, de bienestar. ¿En qué medida nosotros somos parte de esa iglesia criticada por el difunto y tan autorizado cardenal Martini? ¡Algo, algo, algo hay…!
Nuestra Orden siempre ha rendido justo reconocimiento y homenaje a sus miembros que ocuparon altos cargos de gobierno en la institución, a aquellos que se destacaron en los ámbitos académicos y culturales, a los grandes predicadores, a aquellos que fueron distinguidos con importantes dignidades eclesiásticas, etc.
Hoy pido se me permita hacer memoria, junto a ustedes, de tantos frailes cuyos nombres sólo quedaron grabados en el corazón de Dios y tal vez en los archivos de la Orden. Frailes que no fueron fundamentalmente rostros públicos de la Orden, sino más bien manos y espaldas trabajadoras y rodillas encallecidas en la oración, frailes que no fueron tanto palabras sino más bien escucha, frailes que no fueron cimas sino callados y sólidos fundamentos.
Los militares suelen rendir homenaje al soldado desconocido, representando en él justamente a millares y millares de soldados cuyos nombres no identificarán nunca una plaza, una escuela o una calle para la memoria de la sociedad del futuro, contrariamente a lo que ocurre con los nombres de los grandes generales, mariscales, comandantes y almirantes varios.
De manera similar se me permita hoy rendir homenaje a tantos frailes desconocidos de nuestra historia. Me permita nuestro padre san Francisco que les asigne también a estos frailes el título de ‘verdaderos hermanos menores’, pues sus vidas, historias y nombres quedaron sembrados silenciosamente en la marcha de la Orden en la Iglesia, en la humanidad y  en el corazón de Dios.
Hermanos, auguro a todos una feliz fiesta de san Francisco. ¡Dios los bendiga!
Paz y Bien.

Fray Jorge Fernández
Asistente general FALC

Cuautitlán Izcalli, México, 02/10/12, fiesta de los santos Ángeles Custodios  
  

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