Queridísimo fray Francisco, ¡el Señor te dé la
paz!
Es una alegría muy grande para nosotros, tus
hijos y hermanos de Venezuela, celebrar contigo la bondad misericordiosa de
Dios, quien te quiso ministro y siervo de su pueblo, otorgándote el don y la
misión del presbiterado en la familia franciscana conventual. Además, darte las
gracias por el ejemplo de fidelidad alegre y entregada, que culmina, sin
terminar, en la celebración hodierna de los 50 años de ordenación sacerdotal.
Misión ejercida por tu persona con generosidad
grande, tornándote tú mismo don para todos los que han tenido la fortuna de
conocerte y compartir contigo momentos de vida y testimonios de fe. Sobretodo
aquí en tierras venezolanas, donde has gastado muchas energías, sin escatimar
esfuerzos para que esta gente pudiera encontrarse con aquel Dios que te había
enamorado de Él, hasta dar tu vida para que su Amor pudiese difundirse por
doquier.
¡Cuánto calor y sudor te han visto tragar estas
llanuras! Cuya única, inconmensurable recompensa ha sido la sonrisa de Dios y
la gratitud de las personas encontradas. ¡Cuántos secretos, logros, fracasos
han escuchado tus oídos! Sobre todo de parte de los frailes y sacerdotes de
hoy, quienes por varios años te han tenido como padre espiritual en el
seminario misionero franciscano de Palmira. ¡Qué entusiasmo franciscano has
tratado transmitir a seminaristas y laicos! Tu amor a la historia,
espiritualidad y tradiciones franciscanas te han llevado a transmitir la
belleza de lo que te habían enseñado tus maestros y formadores, convencido que
es una riqueza que no se puede echar a perder, para no incurrir en el peligro
de quedarse sin raíces.
Por todo esto, Dios te pague y te multiplique el
bien sembrado. Y por lo mucho más que no cabe en una hoja, por su complejidad y
abundancia de vivencias; ni se puede poner por escrito, siendo experiencias
vivas e interiores, casi imposibles de describir o comunicar en palabras.
Gracias fray Francisco. De parte de tus hijos y hermanos de Venezuela, quienes mantienen un recuerdo grato de ti y de tu ministerio aquí. ¡Dios te bendiga! Bendición…
Custodio
Provincial
Destinatario
fray Francesco
Calderoni
Convento S.Antonio
71028 S. AGATA DI PUGLIA (FG)
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